miércoles, noviembre 16, 2005

Vamos Michelle!!! ESTOY CONTIGO

Hace tiempo que no escribo en mi Blog, ahora me entusiasmé porque creo necesario referirme a las campañas presidenciales, sobre todo el gigantesco insulto a la dignidad de la gente sencilla de nuestro país que significan las campañas de la derecha.
No fue fácil que una Mujer se alzara como candidata presidencial de uno de los sectores con mayores posibilidades de gobernar; rápidamente salió todo el machismo atávico, expresión de los reaccionarios de siempre ante los importantes cambios que necesitamos. Así a Michelle se le critica por ser humana, por no tener miedo en llorar, por no hablarnos golpeado (tal como si fueramos incapaces que deben ser castigados de vez en cuando por nuestra estupidez), por no actuar como "Rey sin corona" ante los cuales todos nosotros, "súbditos", debemos hacer reverencias, en el fondo se le critica por ser la primera en ser capaz de dejar atrás, no en el discurso, sino en la manera de hacer política y en su vida cotidiana, el autoritarismo que embarga a importantes sectores de la sociedad chilena: se le critica por llevar a la práctica lo que los sectes democráticos soñamos. Pero lo peor, es que nadie se atreve a decir nada, y hasta sus asesores caen en este juego. ¡Cómo han de sentirse de satisfechos los conservadores al ver que, a lo menos, uno de sus importantes objetivos ideológicos se ve más plasmado que nunca!... y lo peor es que ya estamos en el amanecer de un nuevo siglo e incluso lo vemos en aquellos sectores que dícense ser de izquierda o progresistas.

Este autoritarismo, que recorre todo Chile llega a toda nuestra realidad, está en la esquina, en las micros, en los hogares, en las escuelas, en los puestos de trabajo. Lo vemos cuando subimos a una micro y somos tratados irrespetuosamente por ser estudiantes por parte de quien puede echarte de esta; lo vemos en los hogares en el machismo que subyuga aun muchas mujeres y niños; en las escuelas en donde el orden y la disciplina pareciera ser lo primordial (especialmente si son estudiantes de sectores humildes, ya que "deben ser tratados más autoritariamente" para que no se conviertan en "lo más despreciable y temible": delincuentes); en los trabajos, en donde a las mujeres se les acosa.
Así aparece Michelle como una esperanza de cambio para una real democratización, para que de una vez por todas los que nunca han sido escuchados, sean escuchados. Pero esto es algo más profundo: no es solamente en el plano de la participación política, sino que es en la vida cotidiana, es mostrarle al machista, a los autoritarios, a los conservadores que una mujer, con todas sus diferencias, no tiene que "amacharse" para poder gobernar, no es necesario que nos trate como imbéciles, como niños incapacez y los suba la voz o nos golpee la mesa; que no es necesario que sea "autoritaria", que mire al horizonte por nosotros, y nos lleve de la mano, como si no superamos lo que esperamos y soñamos. Ahora no mirarán el horizonte POR nosotros, sino CON nosotros. Esta es la esperanza de real cambio que esperamos, lo cual seria un importante paso para dar los que le siguen: un tejido social fuerte y organizado, cambios profundos para un país humano, para que por las Grandes Alamedas de Allende no sólo pase el hombre libre, sino también las mujeres y niños con dignidad.

Y es así como surgen los discursos de la derecha, haciendo eco de este autoritarismo, tratan de aparecer como que "ellos sí pueden gobernar" porque pueden hablar fuerte, etc. Y para que no sea tan evidente, hacen gárgaras con la igualdad y la democracia. ¡Qué insulto! son los mismos reaccionarios de siempre que quieren mantener esta característica cultural enraizada en el Chile de todos los días.

Y con esto nos salen con que ellos tendrán "mano dura" (que una mujer, para ellos, por supuesto que no tiene) con los delincuentes, sembrando el pánico con los "niveles de delincuencia". Así mienten diciendo lo terrible de los altos niveles, pero como ya se ha desenmascarado su mentira (lo cual obviamente no sale en sus diarios), estos delitos en su gran mayoría son contra grandes multitiendas (Lider, Ripley, etc) las cuales incluyen en sus costos estas pérdidas. Entonces cabe preguntarse: ¿Debemos los chilenos subverncionarles la seguridad a estos señores, que financian las campañas de la derecha? Yo creo que tenemos otras más imperiosas necesidades antes que regalarles dinero a los amigos de Lavín y Piñera. ¡Qué descaro cómo mienten a todo Chile!

Así, es que por mis principios democráticos apoyo a Michelle, es la esperanza para el cambio que permita real democracia en Chile: de esa democracia que llega a los hogares, a las escuelas, a nuestro convivir cotidiano. Si antes Allende nos dijo que había que escuchar a quienes nunca han sido escuchados y elevarlos al gobierno, y si Lagos fortaleció los pilares de nuestra tradición democrática (especialmente al dejar a Pinochet como lo que es), ahora con Michelle debemos ser capaces de llevar la democracia a la realidad diaria, en el respeto a las mujeres, a las minorías, a los niños, darle dignidad a los excluidos, los que sufren los abatares del sistema. En suma, dale a Chile un rosto más humano, lo cual sin lugar a dudas sería una de las más importantes revoluciones de nuestra tradición política y cultural.

Por eso ESTOY CONTIGO MICHELLE.

(Aun editándose este artículo, perdón por los errores)